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Aún no sé cómo la suma de las casualidades pueden ser capaces de hilar tan fino, creando cada uno de los 16 capítulos de un libro donde ya no soy el protagonista principal. Ahora no viajo solo, tampoco quiero hacerlo a estas alturas, porque los personajes se han ido contaminando el uno del otro casi sin quererlo y saben que por alguna razón es mejor permanecer juntos.
 Yo si conozco mis razones más que de sobra sé que las heridas desgarran menos si ella está a mi lado y que sus besos son capaces de romperme las costuras, que cada uno de sus pasos significa más que el anterior y que hay muchos momentos en los que las palabras no hacen falta porque existe algo superior que solo ella y yo sabemos, como una pizarra en un intercambio de clase llena de mensajes al alcance de todos los demás, aunque en este caso en esta clase solo somos dos. Sé que si ella no está bien yo soy capaz de bajar a lo más oscuro y hondo para reanimarla aún a riesgo de que nos quedemos sin pulso los dos. Sé que a veces piensa que lo hago por obligación pero realmente no me atrevería a hacerlo si no fuera porque me lo pido yo a mi mismo.
No me hace falta preguntar si me quiere o no, porque se recorre 2.000 Kilómetros sin decirme nada solo para dormir conmigo 4 noches y yo no puedo hacer nada más que sonreír como un idiota cuando llega a tocarme la puerta, además de suplicar que se detengan los segundos que me quedan para estar con ella. Sé, que estoy enamorado desde que el tiempo dejó de ir despacio, desde que lo que más me gustan de las mañana son sus ‘’Buenos días’’, su cara de recién levantada  y que daría lo que fuera por poder estar todos los días con ella.
Así que supondrás lo mucho que la quiero y lo feliz que me hace, pero eso es una milésima parte de lo que de verdad me engancha de ella, porque no hay nada más bonito que saber en lo que piensa cuando está mirando el infinito o cuando se muerde el labio, saber dónde te esconde los regalos e incluso descubrir ese gracioso parpadeo que tiene cuando le tocas la nariz. No creo que sea capaz de expresar todo en estos breves párrafos, pero sé, que aún estando lejos; puedo sentir como si ella estuviera durmiendo a mi lado, que cada día es uno más que podremos tachar de los días que nos quedan para vernos y que aunque San Valentín no es algo realmente especial, siempre es una oportunidad para ponerse sensiblón.

Te quiero Elena.


Adrihatesyou

Todo lo que sabes sobre mí, es mentira

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